Contar cuentos a nuestros niños es una excelente manera de hacernos querer, ellos amaran estos momentos ya que se incentiva la unión e identificación con los padres.
A la vez es una excelente forma de estimular la imaginación infantil y es aquí donde tal como lo hicimos en vez anterior no existe un solo final para este cuento sino que plantearemos tres finales.
EL primer final corresponde al autor del cuento,
El segundo final es de esta humilde servidora y el tercer final se lo dejo a ud y a su niño.
Este pequeño cuento se titula: El Trompo y su autor es el peruano José Diez Canseco
EL TROMPO
Por la Alameda de los Descalzos iba Chupitos, un zambito de diez años, apodado así desde que lo encontraron en la botica San Lázaro exigiendo cura para sus chupitos.
Iba con Feliciano, Glicerio, Nicasio, Faustino, niños que vendían loterías o diarios. Cerraba la fila Ricardo, que sabia salir del cafetín japonés con dulces para todos,hasta que –descubierto –lo llevaron a la comisaría.
Chupitos había perdido su trompo jugando a la “cocina” con Glicerio, un juego malo que empujo su trompo hasta llevarlo al circulo, debiendo entregárselo al vencedor.
“No es de hombres,-dijo Chupitos-los trompos como todo en la vida, deben pelearse a tajos y a quiñes”.
Le costo 20 centavos, era de naranjo y estaba acicalado, como lo hacia su padre con sus gallos de pelea. Había sido su orgullo.
¡Cuantas veces, con toda su fuerza infantil, partió en dos a muchos otros!
El reía a medias, sin la burla habitual que hubiera humillado al rival, ahora le tocaba perder con Glicerio. Se chanto y le ordenaron :¡cocina!
“No juego eso, mejor a los quiñes”-protesto Chupitos sin suerte.
Arrojo su trompo, esperando hicieran con el lo que les de la gana. Pero Glicerio se llevo su trompo como trofeo de guerra.
La tarde del desquite dispararon Mayta, Ricardo, Faustino y Glicerio fallo.
Primer Final.
Su trompo se chantaba vergonzosamente y los otros lo quiñaban sin piedad:Mayta le saco una lonja, Faustino lo quiño y Chupitos disparo con toda su alma.”¡Lo rajaste”!, gritaron y dejándolo todo, musitó:”Lo sabia” y se fue triste e inútilmente ganador, tras la calle en que tanto habla alabado al trompo partido ahora por su mano:¡De naranja purito!
Segundo final.
La tarde del desquite Chupitos lanzo con toda su alma y rajo el trompo que antes había sido suyo. Pero ahora que ya nadie lo reclamaba ni quería el lo llevo a casa y lo reparo. Que bonito le quedo!! Ya no lo saca a la calle solo lo tiene en un lugar especial para aquello mas querido.
Tercer Final.
Ahora es tu turno deja tu final como un comentario. Que tu niño te ayude!!
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